Todo irradia algo,
la luz, la memoria del agua,
la radio sonando desde la distancia,
la dorada franja que se aquieta tras los techos,
el pacífico pasar del olor de la noche
sobre mi casa
la oscuridad del derrumbe del mar,
la voz del pulso de la sangre,
la velocidad de la piel,
todo irradia algo
Que aún no sé como nombrar
esta tarde con mi perro negro
cavamos en el cielo el pozo más grande y
transparente posible,
desde el otro lado todo lo que se olía
eran palabras,
señales,
una imagen,
luego, nos afeitamos con la prestobarba afinada
y salimos al patio a disfrutar
las hojas fosforescentes
que señalaban la puerta del otoño
detrás del parque
a Abel
anoche con mi perro blanco
recorrimos la orilla imperceptible del lado sur
del río,
la niebla lo cubría todo,
un pequeño destello de luz apareció
desde una lamparita colgada en una nube
y vimos, como cuando éramos chicos
la distancia entre nuestro cuerpo
y
el cuerpo del agua
Desde mi ventana sólo veo las persianas subiendo
de a poco, un ruido mudo de maderas
La gente se asoma para ver la tormenta
y sus ojos sólo;
como los chicos buscando un globo,
buscan el relámpago más fuerte
que los devuelva a su cuerpo,
a una cierta magia que creían perdida
Un gato relame sus patas para seguir recorriendo
las terrazas ,
y está por llover...
SINCRONIZANDO CON LOS OBJETOS
hoy encendí la estufa por primera vez,
e iluminó, mágicamente un libro que creía perdido,
que narra el suave desprendimiento de la noche
sobre la terraza
o
canta la intemperie de un globo rojo
recorriendo las calles del barrio,
entre otras maravillas.
SINCRONIZANDO CON LOS OBJETOS II
anoche, al abrir la alacena,
un vaso rodó a través del aire y
se rompió,
al agacharme ví a través del vidrio mis propios ojos
y vislumbré la lenta vibración
que hace del cuerpo
un milagro que ni los dueños de todo
podrán quitarnos
SINCRONIZANDO CON LOS OBJETOS III
Cortando los hilos que me enlazan al grabador
los sonidos en el cauce del vacío
se desparraman
como una emoción eléctrica
en mis huesos,
la oscuridad estalló
en el ritmo luminoso
de la atómica forma
de la piel
FEDERICO RODRÍGUEZ, Nació en Rosario, en abril de 1978, publicó: Perenne Imperfección (2002), y Retrovisor/Espejo (2012) con la editorial La Pulga Renga, de la cúal forma parte.
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