Guillermo Alberto Blanda | Cibertesia

By | miércoles, septiembre 30, 2009 Leave a Comment




«You live life as if it's real,
A Thousand Kisses Deep
»
Leonard Cohen

I)


Se sienta.
Es la tarde arbitraria de un día anecdótico.
Hombre y fecha se hermanan: ambos carecen de accesorios, de fragancias.
Sabe, más aun, apologiza, que existen momentos en los que se necesita de la impunidad de un teclado para ejecutar un acto.
De amor.
El humo es expulsado suavemente.
Ella, ahora también omnisciente ante la conciencia del oxímoron de la línea precedente, sonríe. (Aunque quizá lo haga por la inminencia del juego).
Una pantalla, un speculum: es todo lo que necesita.
Una mujer que ama.
Las cálidas tardes.
Otoñales.

II)

Chat, Nick, Web.
Palabras intraducibles. E incapaces de traducir.
La reptante angustia de los torpes dedos crepusculares, el estúpido cosquilleo de la palabra camuflada; de los humanos.
Sin embargo, y he aquí lo que merece ser narrado, dos personas - con sólo unas pocas horas de coqueteo virtual, nunca un tête à tête - confabulan un encuentro.
Que ya ha dejado de ser secreto.


III)

El restaurante escogido (por él) es elegante, minimalista. ¿Voy vestida de alguna manera en especial?, digo, para que me reconozcas, había escrito ella. Solamente andá, había sido su lacónica respuesta. Jamás se hubiese animado a confesarle, la menos en esa instancia, su inocente sospecha de que las personas como ellos las conectaba algo más que un cable. No quiero caer en lugares comunes, no quiero ser trillado, desea el hombre mientras ofrece fuego a su compañera (¿es realmente él quién tiene este deseo?). Ella, desfigurada por el nerviosismo, expulsa el humo violentamente. ¿Vino? Tinto. ¿Postre?
Café. ¿Una copa de champagne para brindar? Dale, pero... ¿brindamos por...? No sé. El diálogo, entonces, se descompone en risas, podría afirmarse que comprometedoras.
¿Te acompaño hasta tu casa?
Sí.


IV)

Llegan.
El azar evita cualquier hollywoodense suspense erótico. No hay amagues de besos.
Robados, tardíos.
Pasá, ponete cómodo, dice mientras termina de sacar la llave.
Gracias.


V)

Ella duerme, cobijada por sólo una pulcra sábana a lunares. Él mira el techo, enterrado bajo el millar de besos al que su cuerpo todavía no se acostumbra.
Tabula, de fatal a melancólica, un sueño sin remanso en el que su padre inventa una máquina para detener el tiempo y convertir la vida en un ciclo indoloro, mudo, donde el vino es rojo, y las flores, también.
Lamenta, intentando dormir su insomnio, no haber brindado por las dos caricaturas que, habiendo previamente dejado encerrados en sus respectivas viviendas a sus yo reales - ¿o es a la inversa? - , emprendían una rutina sentimental.
Entonces teme ser.
Observando.


VI)

Se despiden, conjurándose para el día siguiente. Se abrazan: son un quiasmo de olores.
El cielo del mediodía está despejado, sin una nube.
De un momento a otro, va a llover.
Así funcionan estas cosas.
Caminan sin prisa, ya que desconocen los futuros desquicios temporales.
Ignoran también, que son monitoreados por un pretencioso impostor.
De Alessandro Baricco.



De: La Avispa 29, 2005, p. 34




GUILLERMO ALBERTO BLANDA, Poeta, traductor y escritor. Nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el  28 de diciembre de 1973. Falleció en la misma ciudad el 30 de septiembre de 2008. Al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento Analecta Literaria lo recuerda con este modesto homenaje. Con el pseudónimo  Guillo Percal publicó dos libros de poemas: Otras Yerbas, Poemas Lunáticos - Edición del Autor – Rosario (1995);  Post Scriptum (en colaboración con Julián Sinopoli) – Ciudad Gótica, Rosario (1998). Como traductor publicó Maldita Antología. Recopilación y traducción de textos de los siguientes autores: William Blake, Edgar A. Poe, Charles Baudelaire, J. A. Rimbaud y Charles Bukowski – Edición del Autor, Rosario (1998). Premios: 1997 - Primer Premio Festival de Poesía L'Erótica. Barcelona, España; 2004 - Mención VI Certamen Internacional de Poesía Nuevo Ser – Buenos Aires (donde fue seleccionado para integrar con seis poemas la Antología Letras del Mundo).

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