Carina Sedevich

By | viernes, julio 29, 2016 Leave a Comment


Tres poemas inéditos*




1

Dice el maestro
que si dispongo el corazón
para transcurrir cada jornada
como si el cuerpo ya estuviese muerto
podré concebir la libertad.







Regreso a casa.
Atiendo mi frágil organismo.
Lo nutro
con vegetales poderosos.
Por más que ya no río
y ya no lloro
procuro, a diario,
estirar mis músculos.








Es acuciante
elegir entre vivir o morir,
dice el maestro.







Pero es verano.

Tremolan, invisibles,
las cigarras.
Una vez encontré una
entre la arena.
No parecía
dispuesta a morir
aquella tarde.








Dice el maestro:
una cigarra
puede vibrar intensamente
hasta morir.








Tarde de enero.
Enjuago mi ropa y mi vajilla.
El agua viene tibia.
Es un mal día.
Hace diez años
perdimos un bebé.





— Si cocino cebolla
mis fluidos son dulces
y mi piel se vuelve
más sedosa.—







Hay sitios donde guardan una piedra
por cada ser perdido. Una piedra
por alguien no nacido
es demasiado sólida, quizás.
Podría procurarme una ligera,
que hubiera sido alisada por el agua.







—Con un ancho cuchillo cebollero
rebano mi repollo colorado.
Abro sus fibras blancas y violetas.
Cuando las mojo el agua se azuleja.
Cae la tarde. Lenta. Encapotada.—







Así escribió el guerrero apuñalado:
si no supiera que me encuentro muerto
lamentaría perder la vida hoy.



3


Somos menores que una piedra.
De ahí que elijamos una piedra
para señalar las sepulturas.







—Sobre la hierba seca corre mejor el viento.
Sobre las grandes extensiones de hielo
es sólido el silencio.
Sobre la piedra
reverbera el sol de la estación
y guarda el frío
el paraje umbrío
en su interior.—






En medio de una gran catástrofe
la complexión del tiempo
se revela.
Provisoria, siempre,
hasta el final.

-¿Es distinta la vida cualquiera
a la de un prisionero de batalla?-





* N. de la R.: Estos tres poemas pertenecen al capítulo «El maestro de Tai Chi», del libro Cuadernos de Lolog, que aparecerá este año por Pasto Ediciones, Córdoba, Argentina y que Analecta Literaria publica a modo de adelanto del libro. 






CARINA SEDEVICH nació en Santa Fe en 1972 y reside en Villa María, Córdoba, Argentina. Es Licenciada en comunicación y especialista en semiótica. Ha publicado los libros La violencia de los nombres (Santa Fe, 1998), Nosotros No (Santa Fe, 2000), Cosas dentro de otra cosa (Santa Fe, 2000), Como segando un cariño oscuro (Córdoba, 2012, con reedición en España), Incombustible (Córdoba, 2013, con reedición en España),  Escribió Dickinson (Córdoba, 2014), Klimt (Gijón, España y La Plata, Argentina, 2015), Gibraltar (Córdoba, 2015). En 2016 aparecerán Un cardo ruso, en Maracaibo, Venezuela, y Cuadernos de Lolog, en Córdoba, Argentina. Parte de su obra ha sido editada en antologías y publicaciones literarias de diversos países y traducida al italiano, al portugués y al mallorquín. 
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

0 comentarios: