VEGUERO
si a mi paso las flores tiemblan
tiemblan los ríos
es porque mi caballo tiene las encías rotas
el perfume es parte del acto de tocar este día
y la leche que salpicó verdores
desde los ordeños
es un quejido de estrella que hirió el pecho que nos dieron
el río tiembla y la casa construida
es piedra de un sol que canteó nuestros olvidos
el día es amable en pensamiento
yo me voy con mi sombrero a cazar mariposas
todo se lo han llevado las aguas
con mi caballo tan solitarios en el mundo
esperamos que una araña vuelva sobre ella misma
a tejer las flores idas a marchar los mares
juzgando la claridad
entramos a los matorrales y allí
cada galope dado revienta el espejo
donde nos miramos cuando el agua viene de vuelta
COLMILLO
el caballo que bebe
en la poza donde se abandonan los ángeles
a veces se sabe unicornio
y chapotea mariposas dentro del agua
ya no quedan soledades como éstas
pero por algo siempre nos negamos a ensillarlo
ahora que arranca lo florido
de unos mogotes a un lado del cercado
pienso en algún ser elemental de este bosque lluvioso
que logre sanar ríos enteros con cada sorbo suyo
inventando arpegios en su compañía
frente a los que todo lo dicho sobre él
no sea sino un dibujo de un niño que crea blancos delineando con azul
EL HABLA SOLA
háblame de los cielos
habla de la leche derramada
en las hojas
y mi cuerpo hará saltar a las estrellas
tiemblo con el río
y los peces son lágrimas
de un gigante cuyo corazón
propició las flores que se pierden
joyas esparcidas en el verdor
vuelvo sobre mí
habré abierto y cerrado los ojos
y estaré durmiendo
soñando con los pájaros
entre aromas de laurel
donde las aguas crecen
al sentir como toda luz
se va despeñando por las piedras
y yerbas anhelantes
que extraviaron mis galopes
con la misma placidez de una luna
dispuesta para los ramajes de metal
MONOCROMÍA
quítale a la noche
la humedad de su brillo
despoja el brillo
de ese rocío que no tienen nuestros días
la flor es la única capaz de alumbrar algo
en presencia del sol
en este canto donde todo es témpera
estaremos prevenidos y atentos
y ni la sequía ni la lluvia serán capaces
de reducir nuestros parajes a grietas o manchas
ANTES DE TI
antes de ti
los pájaros se detenían a mi ventana
para ponerme sobre aviso de tus tristezas
tú eras una lágrima de rocío
en los jardines que ellos evitaron
para no morir de melancolía
eras el ángel que con más de uno jugó
a arrancarles todas las plumas
una perla sideral que sostuvo en sí
los giros de otros planetas y sus satélites
llámate mujer o eje de los dolores terrenales
alumbra nuestro preludio de almas empapadas
y será cada mano tuya la que troquele las espinas
donde se anide un cristo a admirarse de otros vuelos y traiciones